Nuestra historia comenzó en el 2009, cuando nosotros, Linde y Enrique, nos conocimos por azares del destino en un hostal en Eilat, Israel. Nueve meses después nos reencontraríamos en México y, tres meses más tarde, estaríamos ya viviendo juntos en Holanda.

 

Vivimos en una granja junto a un pequeño pueblo en Holanda, con unos potreros y caballos. Hemos entrenado potros jóvenes y caballos con problemas de conducta por más de diez años, con mucha dedicación. Nuestra misión ha sido siempre el ayudar de la mejor manera posible a los caballos, tratándolos siempre con respeto y dignidad, y dándoles la educación que se merecen. 

 

Además de vivir en una granja y tener contacto con caballos, los niños han tenido la fortuna de haber visto ya una pequeña parte del mundo. Como familia, hemos visitado Tailanda, México, Kenya, Escocia, Costa Rica y varios países de la Unión Europea. Sin embargo, salvo México, nuestros viajes siempre han durado pocas semanas. 

 

Con el paso del tiempo, nos ha crecido el deseo de dejar a un lado la rutina de la vida cotidiana y descubrir otros lugares y culturas. La idea de irnos por un largo periodo de tiempo comenzó a tomar forma, y empezamos también a pensar en diferentes maneras de viajar, que nos permitan hacerlo más significativamente. 

 

Al viajar, queremos minimizar el impacto negativo (del cual somos muy conscientes) y maximizar el positivo; un impacto positivo para nuestros hijos, para otras personas, para los animales, la naturaleza y el planeta.

 

Será una gran aventura que seguramente nos enseñará muchas lecciones importantes en la vida. Queremos que nuestros hijos vean y se empapen de otras culturas, mostrarles la belleza de un mundo que, desafortunadamente, está en decadencia. Queremos que entiendan la importancia de cuidar de nuestro planeta. No solamente queremos limitarnos a ver la belleza, sino también reconocer los problemas que enfrentamos como seres humanos nacidos de este planeta, e intentar de encontrar ideas para poder contribuir positivamente en la tierra, en lugar de solamente tomar de ella. Queremos ser conscientes y hacer conscientes a nuestros hijos de las decisiones que tomamos y de sus consecuencias. 

 

Sin duda queremos disfrutar del viaje, y también tomar distancia de aquello que hemos construido en Holanda, una vida llena de lujo, de actividades y, también, de enseñanzas. Ha sido una buena vida, pero no es la única que existe. Mediante el vivir diferentes y nuevas posibilidades de vida, seguramente cambiaremos la perspectiva en la cual vemos al mundo y lo que queremos hacer con el tiempo que tenemos en él.

 

Formas de llevar a cabo nuestro plan hay muchas, sin embargo nos parece esencial el mantenernos muy cerca a la naturaleza y a las culturas locales. Por lo cual, buscaremos hacer trabajo voluntario que ayude a comunidades locales o tenga un impacto ecológico positivo, nos quedaremos en lugares que protejan a la naturaleza, nos hospedaremos con gente local en lugar de grandes conglomerados, conoceremos a gente que tenga misiones interesantes y estaremos dispuestos a ser inspirados por ellos. Intentaremos viajar, lo más posible, por el camino menos transitado.

 

Mientras vamos recorriendo el mundo, queremos compartir nuestro andar contigo. Esperamos que disfrutes con nosotros de esta gran aventura. Puedes acompañarnos en el camino viendo nuestros videos y fotos, leyendo nuestros blogs, o siguiéndonos en redes sociales.