La aventura comienza en Kenia, un país que ya visitamos en el 2019, pero al que queríamos regresar para poder explorarlo más y conocer mejor a su gente, sus paisajes y sus animales. Tenemos planeado visitar y trabajar en varios proyectos interesantes, sobre desarrollo sustentable y educación de gente joven. 

 

Para preparar la aventura hemos vendido nuestro coche en Holanda y comprado una camioneta 4x4 vieja en Kenia. Compramos también una tienda de campaña usada que se fija y arma en el techo de la camioneta. Fijar la tienda al techo parece ser mucho más difícil de lo que habíamos pensado, pero lo vamos a conseguir; con la ayuda de nuestro buen amigo Kevin, que lleva ya un rato asistiéndonos para poder tener todo listo para nuestra llegada. Kevin es un joven guía ecológico, ambientalista, experto en biodiversidad y en comportamiento animal (les dejamos un link a la página de Kevin, Wild World Expedition, para que le eches un ojo).

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Con nuestra camioneta y la tienda de campaña, tendremos la posibilidad de acceder a lugares remotos en la naturaleza y de quedarnos a dormir ahí. La 4x4, Kuku Kuru (Pollo Oxidado en Swahili), y la tienda de campaña, ya nos está esperando en Nairobi, la capital de Kenia. Vamos a llevar lo más que podamos de artículos para campamento, pero no podremos llevar cosas grandes en la maleta como una mesa o una hornilla. Así que, llegando a Nairobi, iremos a comprar las demás cosas que necesitamos, preferiblemente de segunda mano.

 

A través del sitio “Workaway”, hemos tenido contacto con algunos Keniatas extraordinarios, que dedican sus vidas a ayudar a comunidades rurales mediante el enseñar y alimentar a niños. Han construido además hermosos proyectos de permacultura que permiten que las comunidades rurales sean autosuficientes. Queremos contribuir en sus proyectos pero, al mismo tiempo, reconocer el conocimiento y habilidades que tienen estas comunidades y aprender mucho. ¡Tenemos muchas ganas de también aprender de ellos!

 

Nuestro plan no es muy claro, pero nos parece que así debe de ser; de esa manera podemos cambiar el rumbo, improvisar, y tener la libertad de hacer... lo que tengamos ganas de hacer. Vivimos en Holanda, un país en donde la gente parece estar siempre con prisa, intentando ser lo más eficiente posible y nos parece necesario poder bajar el ritmo y tomar las cosas con calma. Será un reto (sobre todo para Linde), pero afortunadamente tiene a Eli y a Enrique que la ayudarán a relajarse un poquito, cosa en la cual ellos son expertos.

 

En cuanto al recorrido se refiere, para Linde ya sería suficiente el poder también recorrer Tanzania. Enrique, por otro lado, quiere llegar hasta Zimbabwe. Su meta, además de los países ya mencionados, es visitar Uganda, Rwanda, Malawi, Zambia, Zimbabwe y, quizás, el único país del cual casi todos los hombres en México saben cuál es su capital: Mozambique. Debido a la pandemia y a las medidas de seguridad de cada país, será seguramente difícil el cruzar algunas fronteras; sin embargo, el deseo y la intención está.